viernes, 12 de abril de 2013

Otro escrito más.


Otro escrito  más. 

Recién escuchaba a Delgadillo decir: “cómo pesan las palabras cuando marcha uno detrás, y cuando soy yo quien tiene que decirlas”.  A veces pienso en escribir, pero la responsabilidad de lo que digo, de lo que escribo, ya es un poco más grande.  Con tanta influencia, Blades, Drexler, Milanés, Rosa, Burgos, Márquez, Serrat, Sabina, Rodríguez, Serrano, Rivera, Aute,  Sabina, Sabina… Sabina… No es fácil, pues Sabina hace escribir lo que se siente y no lo que los demás quieren leer.

Pero siempre me lanzo a escribir, aunque la responsabilidad sea más grande.  Esta paranoia de que alguien me lee, de que puedo decir algo que ofenda, de que puedo escribir algo que me meta en problemas, siempre me encierra en un verso amarrado, apretado, restringido.  Pluma Libre.  Este presente que estoy inventando, el futuro en el que duermo.  Esta indiferencia por lo que pasa en mi país. 



Cada cosa en su lugar, cada etiqueta hacia al frente, estas dormida?  Eres real, me estas pasando.  Con esta incongruencia de pensamientos, de no saber cuándo callar y cuando hablar.  Con esta imposibilidad de entender lo que me pasa, aun cuando se que no tengo el valor, la experiencia, los años vividos.  El no poder gritar que te amo.  Actitud de asesina.  Segura de tu inseguridad.  Con los ojos cargados de nostalgia.  Ansiosa de aventura, quizás más.  Pensando en los primeros errores, con una mirada interrogante.  Sin tener nada, susurrando miedo del futuro.  Detrás de cada huida planificada, mal herida.  Arrepentida.  Anhelando un cuerpo tardío, a quien amar.  Recordando, que antes de rendirte, fuiste eterna.  Pero algo en tu pecho se tensa, mientras una sonrisa tímida esconde una equivocación.  Unas disculpas, un adiós.

Se me hace tan difícil no amarte.  Que las noches que no estás, duermo contigo.    Te necesito cuando no tengo que hacerlo.  Me perdono mis errores, a veces son menos.  Repetidos, pero menos.  Te amare, como se supone que alguien ame.  Soque.  No voy a mentir para que estés junto a mí.  No voy a aparentar algo que no soy para retenerte.  Yo soy lo que soy, y me gusta lo que la gente piensa de mí.  Hay días que es fácil ser feliz.  Hay días en que la amargura invade el corazón y lo llena de rutina.  Muchas veces las letras expiran en mi mente.  Pero si ella no fuera cobarde, escribiría más a menudo.  Mis dedos no me traicionarían.  Mi mente no se quedaría dormida.  Pesadillas invaden mis sueños.  Despertando en sudor enajenado de la realidad, inerte de lo nuevo.  Individuo muerto en penumbra.  La poesía me sobra, el amor igual, pero encerrado en cuatro paredes sin poder publicarlo me aturde e incapacita mi bienestar.  Burla al muerto desaparecido que hay en mí. 

Hoy doy tonos de amargura y esperanza en sabanas de alcohol.  El humo invade mi balcón porque no estás.
  
Te extraño. 

Soque.


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