jueves, 25 de octubre de 2012

34


34

Ahora que he pasado la edad de tu dios.  Ahora que me creo el poeta que siempre quise ser.  Ahora es que llegan los pensamientos del camino.  De lo que he querido ser en mi imaginación.  Esa que te lleva a alcanzar las estrellas.  La misma que te dice, que hay pequeñeces que son mejores.  Los ratos en el balcón.  El conducir tu carro.  El rascarte la espalda.  El hablar contigo.  El contarnos el día.  Gracias por ser mía.  Hay que vivir, de eso no nos salva nadie.  Hoy en mis 34, aunque no estás conmigo, te siento.  Tu calor en la mañana, tus pies buscando los míos en la cama, tu cuerpo buscando calor.  Como te mencioné, eres mi mejor regalo.  A veces se deja el lugar donde se acostumbra, a veces la luz de la ventana ya no molesta.  Pero el tiempo hay que esperarlo.  La luna se esconde en su refugio de siempre.  El corazón se pone viejo, al igual que el cuerpo.  Lo que me falta por viajar.  Pensando en tu saliva me escondo debajo de mis sabanas a soñar.  Los milagros no existen, de existir te traerían ahora aquí junto a mí.  34 años de existencia, 33 de vivir normal.  Uno de vivir siendo yo, gracias a ti.  Hoy hago nido para reposar, solo en ti.  Hay que asegurarse de la felicidad, no te dejaré ir.  Pero hoy es mío el día.  Hoy recupero mi vida.  Y a alguna fuerza mística le agradezco tu presencia, tu figura.  Hoy, no estas conmigo en cuerpo, pero a mi alcance en alma.  Eres mi mejor regalo.  Te Amo.
 
Soque.  110/25/2012

domingo, 2 de septiembre de 2012

Tu


Las cosas que no se dicen

el abrazo inconcluso

la matemática en rojo

el amor a medias

la disciplina errática

el corazón entristecido

la pasión en reposo.

EL futuro incierto

las manos vacías

la cama extendida

el olor de tu perfume

la angustia del reencuentro

la incertidumbre de tu presencia

el frio del espejo

la esperanza de tu boca

la infinidad de tu cintura

la caricia en la espalda

el abrazo apretaouw

el te amo al salir.

 

Tu.

 

Soque

Lunes, 03 de septiembre de 2012

 

 

 

martes, 28 de agosto de 2012

Boca del deseo


Cuando se ponen a prueba todos tus defectos

en la noche llena de silencio y melancolía

reaparecen los malos triunfos, amargos sabores del pasado.

Recordando los fracasos más simples de tu existencia

arremetes contra el olvido y la apariencia.

Pensando en regresar a lo mas impuro de tu oscuridad

lamentas haberte perdido los caminos que llegan al desprecio.

Escoges la risa inestable del amor.

Carcajadas eternas de hipocresía, susurro de sobras.

Cambias el lamento por agonía y siembras de música.

Porque el haberte convertido en un ser suspicaz del desengaño

te alimenta la esperanza, la boca del deseo y de las ansias.

No mal interpreten, todo es importante.

Te levantas, miras al espejo, y sigues sin entender.

Soque

Martes, 28 de agosto de 2012

 

 

 

 

lunes, 27 de agosto de 2012

Mujer de mi mala suerte

Mujer de mi mala Suerte
Con la patente del corazón vencida
Transito entre los cadáveres buscándote mi amor,
Y no te encuentro.

Mujer de mi mala suerte,
Asombro del pobre,
Capricho del rico,
Mujer que entraste en mi vida a pesar de los cerrojos que puse en todas mis puertas.

Atraviesas las paredes
De mi cuerpo y de mi alma
Y me derribas los muros con que protegía a mi corazón.

Mujer de mi mala suerte
Que llenas de flores a mi cementerio.

Engañaste a la gitana porque no estabas escrita en la palma de mi mano.
Ni en las estrellas del cielo,
Confundiendo a mi destino
Con solo pasar corriendo al costado de la mano

Alguien grito tu nombre
Para que ya no pueda oír otro
Resonando en el maldito mundo donde te espero en vano

Mujer de mi mala suerte
Como duele una hora de no verte
Cuanto pesa tu ausencia

Estoy cansado de respirar para vos
De encontrarte en cada instante de mi soledad
Para que me devuelvas puntualmente al día y ala hora en que te conocí.

Mujer de mi mala suerte
Apágame las flores
Que me quitan el sueño.

Mujer de mi mala suerte,
Cuando apago al luz
Se enciende tu risa
Quiero saber como es tu noche
Tu aliento en la madrugada
Tu ventana abierta para calmar la sed
De no se que viajero.

Mujer de mi mala suerte
Ni esta desgracia es tuya
Ni este dolor es mío.

Mujer de mi mala suerte
Devolveme la vida
No quiero ser ninguno
De ese nadie que todos se llevan por delante
Porque ya no soy nada
Lo que fui esta contigo
Mujer de mi mala suerte


Facundo Cabral

viernes, 17 de agosto de 2012

La Madrugada

Ese momento de la madrugada
cuando ya se ha bebido todo el vino del mundo
y no queda en el alma más que el terco deseo
de dormir abrazado a un cuerpo conocido.
Nada hay en las calles
que llene el corazón; lo sabes
y no obstante
un día y otro vuelves
a ellas respondiendo a la voz
de una oscura llamada, buscando
acaso sólo renovar el calor del regreso
a la casa y a la mujer que espera.
Pero no. Que mañana
lo que nunca encontraste
puede estar aguardando por ti en cualquier esquina.
Sabina

Si quieres comprender cómo te amo.

Si quieres comprender cómo te amo,
pídeme de la Vida hasta la Muerte.
Por ti desafiaré los Elementos,
los Astros y la Suerte.
Y en pago de mi amor sólo te pido
tu mano en lazo con la mía unida.
Tu corazón mi corazón moviendo
para toda la vida.
Mírame con tus ojos amorosos.
Piénsame, pensamiento idolatrado.
Bésame, beso tuyo, beso mío.
Llévame en ti como un relicario.
Que hoy más que nunca soy como la hechura
de tu amor, de tu beso, tu caricia:
del encendido óleo de tus ojos,
del molde de tu arcilla.

Juan Antonio Corretjer

jueves, 14 de junio de 2012

Pero llegaste tú.

Las paredes vacías de un corazón inerte dejan de amar en algún momento.  Recuerdo en cierto tiempo haber jurado amar incondicionalmente, lo cual cumplí a toda cabalidad.  Inesperados sucesos, actividades malignas, rutinas de mierda, el cabrón destino, lograron en algún momento desvanecer ese sentimiento que tan adentro sentía.  Ese sentimiento que tanto defendía contra las adversidades y tentaciones de la vida.  Juré en ese momento no volver a amar.  Cansado de esforzarme para conseguir respuesta o simplemente obtener lo mismo que yo ofrecía.  Como cualquier hombre, refugiado en mi orgullo decía; “Nadie merece ser amado”.  Me lancé a la calle a vivir lo que los demás decían que no había vivido.  Fiestas vacías, muchedumbre descarrilada, alcohol sin medida.  Todo era “cool” en mi mundo vacio.  Cuando entendí que vivimos para ser amados y para amar.   Decoraciones en blanco.  Entendiendo esto llegas tu, con tu sonrisa impecable, tu mirada posesiva, tus ojos llenos de ambición, tu pelo lacio buscando libertad, tu silueta cansada de las dietas y de aparentar, tu cuerpo anhelando ser deseado.  Tus ganas de sentirte amada se juntaron con mis ganas de amar y así comenzó todo.  Una visita inesperada a mi entorno de tus pasos fuertes dieron lugar al instante mágico que todos dicen no existir y que todos, a su vez, niegan haber tenido por orgullo o por miedo a desnudarse.  Inciensos.  La química está, dos polos opuestos, tu prisa con mi calma, tu desespero con mi paciencia, tu despiste con mi atención, tu complejidad con mi sencillez, tu música alborotada con la mía pasiva, tu aliento de ángel con el mío de humo, tu bebida exótica con mi cerveza, tu nocturnidad con mi madrugar, tu seguridad con mi cabeza mirando al piso, tu miedo con mi valentía.  Llegaste en el momento perfecto, como si Dios, al cual negué por mucho tiempo, te estuviese guardando para mí.  Me arrebatas escritos como nadie lo había hecho.  Arbustos en mi balcón.  Me llenas de tus caricias como nadie nunca supo.  Despiertas en mi,  cosas prohibidas las cuales nunca me atrevía a hacer.  Descubres mis debilidades y las transformas en atributos.  Realzas mis defectos, envolviéndome en miedos nocturnos sin ti, los cuales despiertan mojados en la madrugada anhelándote en mi cama.  Y cuando llegas todas las tardes maquillas una sonrisa en mi cara que se ve desde lejos.  Velas de olor.  Devolviéndome la misteriosa cosquilla en la panza que todos aseguran desaparecerá.  Ciertos cambios estéticos para agradarte un poco más, de acuerdo con un tren de vida que llevas y que estas acostumbrada a vivir.  Cuando alguien mejora o cambia por alguien más, no hay mucho que indagar.  Simplemente en un esfuerzo por mantener la otra parte a gusto, e intentar complacer para retener atención.  Antes me llamaba Soque, ahora me llamo Ramón L Ortiz.  Devuelves seguridad a la persona que en algún momento se refugió en sombras anónimas para desahogarse.  Masajes.  La gloria significativa de compartir contigo la cocina.  La inmensidad de bañarnos juntos.  La simpleza de dormir contigo.  Mirar los cielos juntos, ver la misma luna desde mi balcón.  Toda grandeza vivida contigo tiene un denominador común, tu.  Cuando partes a tus viajes por el mundo, la tristeza adquirida solo demuestra una sola cosa, amor.  Ese gesto desde tu carro cuando te vas, ese abrazo intenso, largo, fuerte y “apretaouw”, solo insinúa el sentimiento de extrañar anticipando lo que vendrá.  Preparativos para cuando regreses de tu encrucijada por el mundo, sin preocupaciones, todo tiene que estar perfecto para nuestra primera mirada, para nuestro primer abrazo, para nuestra primera caricia, para nuestro primer beso.  Porque cada vez que vuelves del infinito, todo es principio.  El todo que me rodea vuelve a ser primera vez.  Te seco después del baño.  Es un inevitable defecto el tratar de poseerte más de lo debido.  Pero es que eres adictiva, mientras más te pruebo, mientras más bebo de ti, más falta me haces.  Por ejemplo ahora, ¿Cuánto daría porque estuvieras aquí?  Pero fronteras nos separan a lo físico, mentalmente estamos juntos.  Cuando regreses de tu partida inesperada, planificado está el desvelo, la iniciativa, la irregularidad, la complicidad.  Quiero sentirte tan simple como desnuda.  Deslizar mi mano por tu espalda mientras te beso el cuello.  Terminar y mirarte, percibirte, pasarte la mano por la cara mientras te confieso mi necesidad de ti.  Beber de ti y de tu “bichería”.  Beberte completa.  Brindar por nosotros, por la incongruencia de la vida.  Que no quede un solo espacio de tu piel que no huela, que no quede un solo lunar que no bese.  Poseerte y saberte mía, de nadie más.  Darte la razón de que amar es doler, y enseñarte como aliviar la pena.  Dedicarte canciones de Serrano y Delgadillo.  Robarme versos y declamártelos.  Hacerte feliz por un momento y por siempre.  Te deseo.  Velas en el baño.  Eres infinita e infinito es mi amor por ti.  Hoy te dedico solo dos palabras; Te Amo.
Soque
Jueves 14 de Junio de 2012

martes, 8 de mayo de 2012

Tiempo, devuélveme el recuerdo, pa’ no olvidar de donde salí.


Criao’ brincando verjas en Bo. Ortiz

trepao’ en palos de algarroba

bajando pa’ casa a pelarlas con puño y piedra

con peste a mierda en las manos.

Pidiéndole prestao’ el taladro a Don Victor (QEPD)

el viejo de Anthony Pitillo.

To’ el día jodiendo con los  gallitos y terminábamos

jugando trompos con punta e’ clavo

pa’ matarnos en la raya.

Las canicas rodando, mientras

por la cuneta en un aguacero cabrón,

 bajaban las cajas de fósforos simulando barquitos.

Mi barrio era de pobres, pero de gente buena y con ideales.

Mi vieja siempre jodía trabajando porque mi viejo se fue.

Pagándome estudios en un colegio católico

pa’ que cogiera valores, que todavía los guardo.

En el colegio siempre siendo el fanguito del grupo.

El que llegaba con los zapatos del año pasado,

eso sí, les aseguro que era el más feliz.

Yendo a cumpleaños de los panas en Burger King y Mc Donalds,

los míos en la marquesina de casa, con un calor cabrón,

lo mejor de todo, con Maelo y Rubén de fondo.

Mi hermana Tata la artista, haciendo averías y yo

como un pendejo escondiéndoselas.

Mi abuela Marcola buscándome al colegio toa’s las tardes

me llevaba a caje Monín a comprar Doritos y esperanza.

Me entretenía arreglándole los “putos” gabinetes

que las gavetas no cerraban bien mientras maldecía

“Esta lluvia siempre es en este cantito aquí”.

Mi otra abuela Quela, los sábados cuando el viejo me buscaba

me daba Budweiser para que me diera hambre.

Arroz con kétchup y tostones.  La mesa esta puesta, a lavarse las manos.

El viejo jodiendo con el tenedor y Rivera guardando la carne pa’ lo último.

Si llega la visita te la voy a quitar, le decía Quela.

Ayudando a la vieja a lavas escrines, y tirándome de pecho en la marquesina enjaboná.

“Donde te des cuando te caigas, ahí mismo te wa’ dal”

Exprimiendo la pasta, bañándonos con una jabita y compartiendo el mismo desodorante.

Los domingos a jugar pelota en Rexville, mientras mi Mamá

iba a la universidad después de vieja.

Burlándose del sistema y graduándose Magna Cum Laude pa’

satisfacerse a sí misma con el diploma firmao’ por Fajardo.

El viejo llegaba al parque en el Volky y había que parar el juego

mientras se paseaba tocando bocina por to’ los files.  Un escándalo cabrón.

Nos graduamos de pasto, pelea y de superior, y la Vieja con sus sacrificios

pagándome  El Colegio de Mayagüez, terminando en la Poli un bachillerato y colgar el

diploma en una pared que nadie ve.

Dejando el cuero en el trabajo pa’ que el bebechito no pasara

lo que ella paso en Tras Talleres, cuando mataba cucarachas biónicas.

Dejando de pagar cuentas pa’ yo tener que comer.

El nene lo hizo todo bien, aunque siempre acompañado

decidió casarse y la familia se desbordo en alegría y ron un fin de semana.

El padrino llorando borracho en el brindis mientras el novio pensaba

en si valía la pena el riesgo.

Mudándome pal carajo, dejando mi familia, apostándolo todo.

Ya de vuelta en el área metro soliao’ luego de un fracaso y confirmando

aquel pensar de que el puto papel no significa amor, sino adueñamiento.   

Vivo en un apartamento, mirando pa’ bajo, fumando como un loco y la única que se sienta en mis muebles blancos es la vieja.  Mientras se fuma un Winston y me dice cabrón.

La miro y le digo; “Vieja, yo sé de donde salí, no me hizo falta nada, me lo diste todo”.



Tiempo, regrésame olor de los pasillos de mi escuela.  Los sonidos de mi barrio, las risas de la esquina.  Las tardes de baloncesto, las noches de San Juan con la pompa abierta, Carlitos Rata, Hormiguita, Anthony Pitillo, Luis Perla, Charlie Pepa.

Tiempo, devuélveme las tardes con Marcolita en caje Monín comprando pan y Doritos, mirándola poner el vaso de cristal al revés para que la lluvia no cayera y se secara la ropa.

Tiempo, regrésame las peleas con Tata por estupideces en la mañana y los cassetts de Vico-C por las noches.

Devuélveme los sábados con el Viejo, volando chiringa en el parque de La Cuesta de Caciano mientras los borrachones nos gritaban desde la lechonera.

Regrésame las noches de lucha libre con Vidal, pa’ después bañarnos con el aire.

Tiempo, devuélveme el recuerdo, pa’ no olvidar de donde salí.



                                                                                                                                Soque

                                                                                                                                08 de mayo de 2012

lunes, 7 de mayo de 2012

Las lágrimas siempre saben a lo mismo


Otro recuerdo, que no pase desapercibido...


Mujer que no te cansas de dar amor
La singularidad de tu talle me desespera
Tu sonrisa se ha vuelto necesidad
Tantos recuerdos que no valen la pena.
Con el sentimiento que envuelve Juan Pachanga
Te me acerco esta noche en letra y papel
Soñando encuentros lejanos al futuro
Imaginándome el perfecto aroma de tu piel.
En algún momento despierto y estas
Te veo dormida a espaldas del viento
Dentro de el frio y la humedad de la madrugada
Rabia, muerte, envidia lo que siento.
No importa que o quien las cause
Las lágrimas siempre saben a lo mismo
Te escribe en cansancio y en silencio
Un chico “sin hijo, ni árbol, ni libro*”.
En un callejón de inseguridades desvelo
Comprando virtudes y expresiones sin invertir.
En algún momento de nuestras exhaustas vidas
Nos sobrará quizás algún tiempo para vivir.
                                           Soque 2011

martes, 20 de marzo de 2012

Es tuyo...

¿Cuánto intervalo o lapso se ha de aguardar, de aguantar, cuánto?  El tiempo en que demoras bebiendo una cerveza.  El momento de retardo en el cual se disuelven “dos peces de hielo en un whisky on the rocks”.  Nada, cero.  El tiempo pasa tan veloz, apresurado, dinámico.  Hay que aguantar por las determinaciones de otros, para que se origine lo que se vive.  No hay control en otros, pero si en las ganas del propio ente.  Vacilando entrar en ciertas opiniones y expresiones que no son de nuestra incumbencia.  Se retrasa la voz de alerta y se extiende la agonía.  Nos falta tanto por conocer, por explorar.  Las direcciones se nos acaban.  Ella llora de noche, él llora de día.  El sudor se gasta en otro placer, no en el de antes.  El amparo ya no existe, no hay luz en los faroles del jardín.  Nadie merece nada, y el otro espera.  Soñando con la libertad.  Moribundo resucita cada mañana.  No vuelvo a beber.  Hay que aprender a ser eternos.  De momento se comprenden muchas cosas, unas se transformaran otras ni pensarlo.  Ya son 33 años de mala vida, de barras y bares de mala muerte.  Experiencias que al otro lado son irreverentes pero forjaron lo que hoy somos.  Experiencias, vivencias que en otro tiempo y en otro lugar no son nada.  Allá también con experiencias, pero más complicadas y sin fronteras.  Perverso, así suenan, así se leen estas palabras sin ninguna connotación.  ¿Seremos parte de sus vidas en algún momento?  Luces, eso veo por ella.  Si el viento dejara de soplar por un segundo, por un instante.  Claro, uno se enamora.  Pensando en amaneceres sin que se consuman los pretextos.  Le ofrezco tan poco, no sé porque me escogió.  Hay esperanza en el tiempo.  Estos escapes de fines de semana alternos son un escape a la felicidad.  Hay que tomar el próximo vuelo de vuelta a la realidad cada vez que su mano agita sentada desde su auto.  Plazas permanentes de amores a tiempo completo.  Ya hay muchos que ofrecen descargas de amor e ilusiones, pero el agraciado, el de la canción soy yo.  Hay que dejar de suponer, resumir el principio el cual nos trajo a este encuentro.  Tanta deleitación al viajar en tal encuentro, confesar.  Contemplar lo que tus ojos ven.  Respirar lo que se siente.  Días invisibles.  Se pasean instantes.  Se percibe el oriente.  No insistas, no hay marcha atrás.  Humo en mi papel.  El humo que detestas.  Principio de poesía, no mesclar personas.  No soy poeta ni escritor.  Pero fumo y escribo.  La aurora se desvela conmigo, en mi “maldita rutina”.  Espejos.  Bombillas.  Sombras.  Se retiene lo que no se encarcela.  Se comparte el día día, limitados.  Nada se precisa.  Todo se cumple al pie de la letra y no se repiten incómodos. Hay alguien que te trata bien.  Duerme conmigo, y así mis manos descansarían.  Corto y sin sentido. Es tuyo mi corazón.  83266.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Versos que ya leyeron...

-          Frecuentes almas nobles utilizando su malintencionada mente para dañar, lamentando lo que no se tuvo y no se apareció.  Que es igual a escases de amor.
-          La elegancia de la originalidad debajo de la cama.
-          No se puede regular la cantidad de amor al enamorarse.  Uno no puede enamorarse mucho o poco, simplemente te enamoras o no, y todo descansa en sí.
-          Personas mendigando amor.
-          Telarañas en la alcoba recuerdan la soledad en que vivo.
-          Quizás no se si en realidad he amado alguna vez.  ¿Quién puede explicar semejante sentimiento?  Entre tanta traición y gente sin realidades, sin necesidades.
-          Celos? Que significan después de tanto tiempo?
-          Tu sola, yo solo, nos acompaña la soledad y las ganas de vernos, sentirnos, amarnos.
-          No voy a ningún lado, nadie va a ninguna parte, ni tu tampoco.  Aquí estoy y aquí estaré siempre.
-          Tu mirada cuando se desvanece en la nada después de un verso al aire no me deja dormir.
-          Y pensar que no sabía quién eras, ahora no sé quién soy.
-          Di que sabes que te amo y que te haré feliz.
-          El amor es tan impuntual que debes aprender a ser paciente.
-          Usualmente se me va el hilo de lo que estoy pensando cuando me distrae tu sonrisa.
-          Este sueño que tengo en la piel, en tu piel no expirará, no será un suspiro suicida del olvido.
-          Mi deseo aguarda por ti, aun sabiendo que no se ahorrar.

Soque...

miércoles, 7 de marzo de 2012

Mujer.

Hace más de cien años de tanto desastre
Hace más de mil noches y días sin cesar
Que una organización sin poder de alarde
Dedicó este día a una mujer sin vacilar.

Después de cien años retomo este día importante
Para dedicar pocos versos a una fémina peculiar
Buscando elogios y características alarmantes
Y dejar plasmado en papel lo que un día será.

Tantas noches en más de cien años han pasado
En esta soledad que poco a poco me desvela
Hasta que llegó la chica de los sueños mojados
Que me envía a la cama sin siquiera tener tutela.

Devolviéndome el amor que un día traté de ofrecer
Devolviéndome las ilusiones de un amor que soñé
Llenándome de felicidad completa al poder entender
Que solo con un beso y una sonrisa podré volver.

                A volar sin pretender respuesta.
                A querer sin esperar dolor
                A soñar una simple propuesta
                A  Amar recibiendo amor.

Miércoles, 07 de marzo de 2012
Soque.

lunes, 13 de febrero de 2012

(Desde) Mi Balcón.

Encontré esto en un baúl de escritos que tengo.  Es de agosto del año pasado.

(Desde) Mi Balcón.
Mi balcón intenta momentos y pretende compañía.  Aunque hasta ahora solo me ha dado soledades.  Un verso triste se me enreda e inspira.  A lo lejos se escucha un perro, a lo lejos se ven las luces de la ciudad y las estrellas.  Las mismas que se confunden en tu “constelación erótica”.  De fondo se escucha también “Los Labios De Mae West” mientras escribo imaginándote conmigo sin filtro y sin pausa.  Un arrebato de conciencia y desespero, el mismo desespero del que siempre hablo, el de poseerte y saberte mía aunque sea por un instante eterno.  Llegas, te paseas por la casa, pero directo al balcón misterioso a ver que envuelve?  Te escondes en cada rincón luego de una conversación de protocolo el cual ambos sabemos que tenemos que tenerla.  Esquivas los gestos míos de acorralo evitando lo inevitable, el que nuestros labios se encuentren en un beso amargo y dulce, tierno y apasionado, agua y aceite…  El mismo beso que decidirá si te quedas o te vas (de mi vida)…  Un beso que te dirá tantas cosas que por el tiempo y el agravio nunca te he dicho y nunca te diré.  La magia envuelve este espacio cerrado y abierto.  Buscas la luna de las fotos y no la encuentras porque sabe ella que la deslumbras con tu sonrisa y miedosa se esconde y no sale jamás.  Esa magia la cual es digna de compartirla con alguien que se sepa sea real y transparente como tú.  Al fin cedes y tu beso es tierno y con miedo, extraño lo percibo aunque sé que tus labios guardan las mismas ganas que los míos.  Un beso lleva a otro beso y a una caricia sobre tu pelo, ya la conversación se torna en silencio y al fin se escucha la música que desde un principio fue completamente ignorada.  Un verso robado de Sabina nos entorpece… “¿Cómo van a caber tantos besos en una canción?  Escapas del momento sin querer disimulando las ganas de seguir besándonos hasta el final de la noche o hasta que la luna que nunca salió deje de brillar por la ventana de la que tanto hablas.  Hay que asegurarse de que todo salga perfecto y no se tome por broma el grito de dos locos que de una manera extraña se atraen en la noche junto a un espacio en común.  Hay que quemar todas las ganas…  No sé si volverás, en mi dolor o a mi dolor oculto dentro de mi alma.  El vino hace su efecto y las palabras se acaban y un gesto hacia tu reloj de mano me indica el temor del tiempo de tu inevitable despedida, el tiempo que por un momento se congeló en la alegría de sí mismo. 

Te vas…

Y yo quedo lamentándome los besos que no te di y las palabras que no dije.  Y las ganas me queman…  Desde Mi balcón.

Soque
28/08/2011

martes, 7 de febrero de 2012

Lo que nunca te di

Si en algún momento llego a escasear

no quisiera partir o ausentarme

sin manifestar las cosas, los entes, los gestos que te debo.


Te adeudo la felicidad de una mañana.

Te debo el saturar tu buzón con mis mensajes.

Te adeudo la noche fría junto a la luna.

Te debo el desayuno en la cama.

Te adeudo los mensajes de texto.

Te debo las notas en el cristal de tu carro.

Te adeudo la canción dedicada.

Te debo la champaña.

Te adeudo el cielo libre y descubierto.

Te debo el vagar de tu mano por San Juan.

Te adeudo la caricia frente a tu entrada.

Te debo la cena a la luz de las velas.

Te adeudo el baño de espuma junto a ti.

Te debo las flores que me negaste.

Te adeudo el vino que me obsequiaste.

Te debo la crisis de no saber de mí.

Te adeudo la llamada sorpresa.

Te debo la visita imprevista a tu oficina.

Te adeudo mi pañuelo con perfume en tu cartera.

Te debo el peinarte.

Te adeudo mi mano por tu cara.

Te debo mis noches de trabajo.

Te adeudo la locura de tu andar.

Te debo la garganta sin voz.

Te adeudo dejar mi vicio.

Te debo el hablar con tu familia.

Te adeudo el deseo fugaz.

Te debo las heridas de mis despedidas.

Te adeudo el no creer.

Te debo mi crítica a lo que escribes.

Te adeudo un “shot” de medalla.

Te debo la mentira.

Te adeudo un día en la playa.

Te debo un rato de trova.

Te adeudo una tarde de campo.

Te debo un guiño escondido.

Te adeudo una caricia descarada oculta de la gente.

Te debo mi canción preferida.

Te adeudo las constelaciones.

Te debo mi familia.

Te adeudo mi calendario.

Te debo un juego de baloncesto.

Te adeudo la esperanza.

Te debo una charla después del trabajo.

Te adeudo un masaje en los pies.

Te debo las miradas indiscretas.

Te adeudo el Sol de verano.

Te debo un viaje al extranjero.

Te adeudo mis ojos.

Te debo el eco de mis pensamientos.

Te adeudo el viento de primavera.

Te debo el echarle gasolina a tu carro.

Te adeudo el pasear tu perro.

Te debo la visita al cine.

Te adeudo el concierto de música

Te debo el ir de compras.

Te adeudo la exposición.

Te debo el olor.

Te adeudo el juego de mesa.

Te debo el penar.

Te adeudo el cantarte al oído.

Te debo tanto….Te adeudo tan poco…

Te debo el tiempo… y Te adeudo el amor…

Soque.

domingo, 1 de enero de 2012

¿Qué traes en ti?

Cuando llegas desesperado buscando un lugar donde descansar, arropas con tu tristeza las ganas de felicidad.  Desde que te conozco has sido siempre el mismo, con tu empeño de oscurecer los atardeceres maldiciendo la capacidad de pensamientos puros en mi mente.  Sabes dirigir mis sentimientos hacia el mal y los alimentas.  Nunca he sabido tu propósito en mi vida.  De pequeño jugaba en ti y a la misma vez te maldecía.  De adolecente cantaba en ti y a la misma vez te odiaba.  De adulto familiarizaba en ti y sentía el mismo rencor.  Los viajes contigo en mi melancolía rumbo a mi casa sin mi vida se hacían más largos por tu pesar.  Hoy sigues siendo el mismo perverso, dándome soledades para pensar si en realidad se puede.  Buscas el más mínimo momento para destrozarme la existencia y hacerme penar.  Cuando estoy contigo, me pasan tantas cosas por la mente, si merezco la alegría, ¿por qué no la tengo completa?  Si mi destino está escrito, ¿por qué seguir sufriendo? Pensar en lo que vendrá me hace tan inmune a lo ocurrido.  ¿Por qué no se piensa en lo bueno, en lo que pasó?  ¿Por qué no se ve la luz al final como todos dicen?  Y todo pasa en ti, todo pasa contigo.  Por eso te reprocho tu existencia, porque en ti me reprocho la mía.  El amor se acaba porque las fuerzas agonizan.  El tratar de adornar las situaciones contigo no funciona.  Siempre traes la verdad a la luz y cruda realidad.  ¿Cuánto tiempo pasará?  ¿Cuántas cadenas hay que romper?  ¿Cuántos desaciertos más habrán de ocurrir?  Una tarde te llevaste mi corazón hirviendo en una tempestad de cenizas.  Mis ojos cuando buscan lo que no deben generalmente lo buscan junto a ti.  Al aparecer las realidades escondidas por gusto, las realidades que se saben ciertas, en ese preciso momento escucho tu carcajada sin piedad alguna asomarse por mi balcón.  Porque sabes lo que estoy pensando, sabes que no aguanto otro desacierto y en tu maldad cruda quisieras protegerme.  Pero ¿por qué existes?  Para hacerme ver y hacerme creer que lo que está pasando no es normal.  Cuando los mensajes no llegan, cuando las lagrimas se escapan.  Siempre estas presente en esos momentos en que la luna se esfuma y llegan los oscuros pensamientos de derrota, el convivir y el compartir.  Su rutina diaria, lo que harán o no harán.  Todo me lo paseas por los pensamientos, pero con mucha rabia.  Lamento tu creación sobre los demás, has llegado a mi vida a ser una conciencia que no necesitaba nunca.  ¿Cuántos roces, cuantas miradas, cuantos ademanes, cuanta complicación puñeta….?  Porque sabes que no puedo exigir, pero sabes porque no puedo exigir.  Sabes lo que esto me causa, y sabes cómo se puede resolver.  Sabes mis decisiones, sabes mis pensamientos, sabes mis arrebatos de locura insana, sabes lo mucho que me duele el amor.  Sabes tanto y quizás por eso eres eterno.  Lo que escondo en la piel, el calor que quema mis irreverentes pesadillas.  Algun dia llegara que seas capaz de dejarme tranquilo y en paz.  Mientras tanto, domingo infame, mientras escribo en ti, te deseo el olvido…



Soque.

Domingo, 01 de enero de 2012



Domingo triste…

Este domingo, triste, pienso en ti, dulcemente,
y mi vieja mentira de olvido ya no miente.
La soledad, a veces, es el peor castigo,
Pero que alegre todo si estuvieras conmigo.

Entonces no querría mirar las nubes grises
formando, extraños mapas de imposibles países,
y el monótono ruido del agua no seria
un motivo secreto de mi melancolía.

Este domingo triste nace de algo que es mío
que quizá es tu ausencia o quizá es mi hastió
Mientras corren las aguas por la calle, en declive
el corazón se muere de un ensueño que vive.

La tarde pide un poco de sol, como un mendigo,
¿Y... acaso hubiera sol si estuvieras conmigo?
¿Y tendría la tarde, fragantemente muda,
el ingenuo impudor de una niña desnuda?

Si estuvieras conmigo, amor que no volviste,
que alegre me seria, este domingo triste.

José Angel Buesa