jueves, 25 de octubre de 2012

34


34

Ahora que he pasado la edad de tu dios.  Ahora que me creo el poeta que siempre quise ser.  Ahora es que llegan los pensamientos del camino.  De lo que he querido ser en mi imaginación.  Esa que te lleva a alcanzar las estrellas.  La misma que te dice, que hay pequeñeces que son mejores.  Los ratos en el balcón.  El conducir tu carro.  El rascarte la espalda.  El hablar contigo.  El contarnos el día.  Gracias por ser mía.  Hay que vivir, de eso no nos salva nadie.  Hoy en mis 34, aunque no estás conmigo, te siento.  Tu calor en la mañana, tus pies buscando los míos en la cama, tu cuerpo buscando calor.  Como te mencioné, eres mi mejor regalo.  A veces se deja el lugar donde se acostumbra, a veces la luz de la ventana ya no molesta.  Pero el tiempo hay que esperarlo.  La luna se esconde en su refugio de siempre.  El corazón se pone viejo, al igual que el cuerpo.  Lo que me falta por viajar.  Pensando en tu saliva me escondo debajo de mis sabanas a soñar.  Los milagros no existen, de existir te traerían ahora aquí junto a mí.  34 años de existencia, 33 de vivir normal.  Uno de vivir siendo yo, gracias a ti.  Hoy hago nido para reposar, solo en ti.  Hay que asegurarse de la felicidad, no te dejaré ir.  Pero hoy es mío el día.  Hoy recupero mi vida.  Y a alguna fuerza mística le agradezco tu presencia, tu figura.  Hoy, no estas conmigo en cuerpo, pero a mi alcance en alma.  Eres mi mejor regalo.  Te Amo.
 
Soque.  110/25/2012