jueves, 3 de noviembre de 2011

Los Destierros Del Corazón


Tan viejo que amanece un corazón
cansado de vivir tanto perverso  hastió.
Se enjuaga las lágrimas con más lágrimas secas
mientras abraza otro corazón de frio.
Y así lleva 33 años de desilusiones y suicidios
de soportar sabanas frías y melancolía
con la terquedad de un niño que aprendió a volar
Diseñando esquemas para tratar de no pecar.
Ayudando a amores a amar, sin ser amado.
Besando labios al azar buscando refugio,
Invirtiendo tiempo en hacerse el tonto.
Nómada de camas ajenas, sedentario de soledad.
Pagando carnavales de alegría al costo.
Anhelando primaveras en otras tierras,
Vigilado por espías del destierro en azul.
Tarareando canciones de otros poetas.
Vagabundo del cigarrillo con el humo del poder.
Preocupado por la alegría de ajenos cuerpos.
Sin pensar en las piedras blancas de James Dean.
Retrasado siempre para la felicidad
Y puntual para el fracaso.
Colocando fotos en paredes del ático,
Recordando aventuras e instantes de seguridad.
Añorando paisajes de cordilleras de sal.
Sin verdad que perseguir, sin disciplina.
Escuchando discos de Sabina, martirio.
Y así lleva 33 años de vida insegura.
Hasta que llagaste tú…
Alumbrando la oscuridad de mí cuarto
Calentando la sangre de reptil que se pasea por mis venas
Deseándome cada segundo, deseando mi presencia.
Perfecta silueta desnuda, perfecta espalda.
Contestando preguntas incoherentes ambiguas.
Resolviendo codificaciones y algoritmos.
Tratando de dar lo que no puedes
Entregando el alma destruida en pedazos
Para hacer de dos una completa.
Insana quemadura de piel al poseerla.
Dejándome tú aroma impregnada en la piel.
Quitándome la tranquilidad de mi soledad.
Cambiándome el poema de triste a alegre.
Despertando la estupidez de volver a entregar el corazón
Con tu Viuda singular y tu meñique despierto.
De armas tomadas, cuando se va a guerrear.
Pasándose de la raya sin poder hacerlo.
Arriesgando un no por un sí.
Maldito Noviembre del 2011, nunca te perdonaré.
Las jugadas que le hiciste a mi frágil mente.
Y sigues ahí…
Comprometiendo la seguridad en cada paso.
Besándome la comisura con tus labios.
Queriendo partir junto a mí sin preguntar a donde.
Derribando fronteras de piel y tiempo
De tiempo y espacio, de luna y sol.
Resbalando pensamientos sin decirlos
Preocupándote por mi salud y seguridad.
Prendiendo fogatas de caricias inéditas
Las que nunca has dado o recibido
Tu delirio fresco como la brisa del campo
La esperanza de sentirte viva suspirando del talle.
Poniendo peros al tiempo, reprochando el reloj en tu brazo.
Sin poder caminar de la mano, o de mi espalda.
Mencionando atardeceres sin domingos
Lamentando interrupciones familiares
Disipando las tinieblas del verbo existir
Enderezando los pensamientos  mal acomodados
Desayunando amargos “Buenos Días”
Cenando silencios sin condimentar.
Escribiendo tú capitulo en mí, y yo asegurando será el último.
Y saber valorar lo que tenemos…

Soque.
Jueves, 03 de noviembre de 2011

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