34
Ahora que he pasado la edad de tu
dios. Ahora que me creo el poeta que
siempre quise ser. Ahora es que llegan
los pensamientos del camino. De lo que
he querido ser en mi imaginación. Esa
que te lleva a alcanzar las estrellas.
La misma que te dice, que hay pequeñeces que son mejores. Los ratos en el balcón. El conducir tu carro. El rascarte la espalda. El hablar contigo. El contarnos el día. Gracias por ser mía. Hay que vivir, de eso no nos salva
nadie. Hoy en mis 34, aunque no estás
conmigo, te siento. Tu calor en la
mañana, tus pies buscando los míos en la cama, tu cuerpo buscando calor. Como te mencioné, eres mi mejor regalo. A veces se deja el lugar donde se acostumbra,
a veces la luz de la ventana ya no molesta.
Pero el tiempo hay que esperarlo.
La luna se esconde en su refugio de siempre. El corazón se pone viejo, al igual que el
cuerpo. Lo que me falta por viajar. Pensando en tu saliva me escondo debajo de
mis sabanas a soñar. Los milagros no
existen, de existir te traerían ahora aquí junto a mí. 34 años de existencia, 33 de vivir
normal. Uno de vivir siendo yo, gracias
a ti. Hoy hago nido para reposar, solo
en ti. Hay que asegurarse de la
felicidad, no te dejaré ir. Pero hoy es
mío el día. Hoy recupero mi vida. Y a alguna fuerza mística le agradezco tu presencia,
tu figura. Hoy, no estas conmigo en
cuerpo, pero a mi alcance en alma. Eres
mi mejor regalo. Te Amo.
Soque. 110/25/2012
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