viernes, 11 de noviembre de 2011

Espejo


Mentira que el sarcasmo llevo así porque si.  Una eternidad en brazos que no saben abrazar y en bocas que lamen sin saber besar.  El preludio del fracaso pisándote los talones y tú como un pendejo en tu infinita huida disque protegiéndote.  Siempre hay una salida, decían los cuantos de tu vieja tratando de alertarte de que en realidad no la hay.  Cuantas veces te dijo;”Te lo dije”?  Y uno sigue persiguiendo lo que supuestamente quieres ser y de verdad es lo que otros quieren que tú seas.  Vida de vagabundo, falto de identidad por un miedo pendejo.  Corriendo tras de quien?  Te ayudaron a nacer, pero no te van a ayudar a vivir.  Lugar de silencio.  Espacio infinito.  Tan acompañado y tan solo.  Refugiándote en vicios, derrochando placeres.  Si tú no lo haces, alguien lo hará por ti.  Despertándote a mitad de la noche buscando el calor de una espalda que no está.  Desvelo para aparentar.  Probando, sintiendo cerca calores ajenos.  Aparentas de día, sabes lo que eres.  Evitas hablar de lo que no sabes, o escondes opiniones por experiencias.  Explórate.  A veces sientes, a veces no.  Independiente.  Meditando cosas sin importancia, huyéndole a la lectura.  Trabajando para otro, para pagar tu status social y no tu felicidad.  Constantemente liberando odio, el que te han dado, el que quieres vengar.  Por un momento vuelves a ser tentado, tratas de no caer, caes, pero sabes que en algún momento tus esqueletos saldrán y te joderán todo.  Hablando mierda.  Repitiendo estupideces que escuchas a tu alrededor, de la misma gente de la cual estas cansado.  Evitas “constelaciones eróticas”.  Evitas miradas fijas y penetrantes.  Esquivas ojos oscuros.  Evitas el viento.  Ignoras sueños narrados por otros, mientras no sean tuyos no te importa, no prestas atención.  Cuidando lo poco que te queda de corazón, lo poco que queda de sentimientos.  Para qué?   Derróchalos también.  Frecuentemente tienes la respuesta indicada para todo, errónea por cierto.  Tus manos escriben y fuman.  Tus ojos lloran y sienten.  Tus oídos escuchan y respiran.  Tu lengua inclinada prueba sabores de fluidos.  Te faltan deseos de tardanza.  Te apesta la muerte.  Vives, otra vida.  Arropas la miel de tu pasado en carne viva.  Besas.  Alegras vidas enviadas a tu vida, y tú qué?  Las horas pasan iguales.  Amantes que se olvidan.  Personas que significaron algo, ya no.  No valoras nada.  Quédate sentado en una esquina mirando la pared.  Tu papá se no está.  No lo llores tampoco.  Amas a tu vieja sin saber lo que es el amor.  Tu almohada empapada en saliva, saliva y llanto.  Despiertas con frio y sudando.  Vomitas el rencor.  Corres tropezando, no sabes caminar.  La calle es tuya y no reclamas.  Noches de soledad, callejones y adoquines.  Días de labores.  Creces pero sin creer en algo que te guie.  Tienes luz pero no ves.  Tienes aire pero no respiras.  Tienes palabras pero las ignoras.  Miradas que prometen pecados.  Confabulas alegrías.  Vives depresiones.  Ya no estás.  Arriesgas todo en una jugada, que sabes que perderás.  Sucumbes a la más mínima tentación, no tienes voluntad.  Te refugias de peligros pertinentes.  Te desarmas.  Te quitas.  Te miras al espejo e irremediablemente  dices; éste soy yo.  Que me quieran como soy puñeta!
Soque.
11-11-11

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