Nace y disfruta tu niñez y la falta de
responsabilidades. Ve valorando el beso
mañanero de tu madre, el abrazo de tarde y la bendición antes de acostarte.
Búscale el verdadero sentido a los juegos, no envidies lo que no tienes,
a veces no hace falta nada más que un simple saco de tierra y ganas de
ensuciarse. De adolecente planifica bien
tus fugas, no preocupes a tu madre y protégete del desespero y sus hormonas. Estudia lo que te apasiona, no complazcas a
tus viejos, complácete a ti. Ve por el
camino de la vida lo más silencioso posible, no trates de que te escuche gente
que no necesita hacerlo. Regálale flores
a tu madre y a tu abuela siempre que puedas.
Escucha la música que te apasiona, pero también escucha la música que
hace sentido y detente a analizar. Deja
la prisa a un lado. No desperdicies tu
tiempo en insultar, tu cultura permite hablar malo, pero mientras menos lo
hagas mejor. Si te enredas en una pelea
nunca te quites, pero la hombría tiene muchas maneras de hacerse real, quizás no
todo el tiempo es a golpes. Muestra
respeto por las mujeres, recuerda que una te dio la vida. Siempre, siempre vas a necesitar de ellas,
aunque sea para solo ser amigos. Cree en
el amor, pero no dejes que lo usen para manipularte. Defiende tu ideal político, aunque sepas que
tu país es un chiste de mal gusto. No les
hagas mucho caso a los médicos, recuerda que están ahí por profesión y cobran
por eso. Dale a tu salud la importancia
que decidas, no más. Se fuerte con tus
sentimientos, trata de llorar lo menos posible, si lo haces, llora solo y sin ningún
tipo de vergüenza, el cuerpo necesita limpiarse por dentro de vez en cuando.
No confíes en quien anda pregonando sus
hazañas, eso lo que demuestra es inseguridad, probablemente son mentiras o
producto de una buena imaginación. Conoce
mucha gente, rodéate de la necesaria, valora el precio de una buena amistad,
los amigos siempre primero. Bebe toda la
cerveza que puedas, prueba la droga que quieras probar, malgasta tus vicios,
pero recuerda que los excesos solo se transforman en deudas. Coloca fotos de tu familia en tu hogar. No te refugies en la televisión, lee un buen
libro, es lo mismo pero sin los comerciales de productos que no necesitas y que
crean estatus social. Saca tiempo para
divertirte, siempre mantente jugando, siempre sé un niño para eso, la niñez es cuestión de sentimientos, ríe hasta quedar
sin aliento, el que no ríe o el que no canta es porque algo esconde. Cuando la gente se torna vieja es porque
deciden dejar de reír y vivir. No guíes
muy de cerca a los carros, y mucho menos uses el celular mientras lo
haces. Cuida de tus finanzas, demuéstrate
a ti mismo independiente. Cuando estés
con tu pareja, préstale todos tus sentidos, deja el celular a un lado. Recuerda que el celular se hizo para
necesidad del que llama, no del que contesta.
No le creas a ninguna mujer cuando jure amor eterno, “el amor es eterno
mientras dura”, la única mujer que te amará toda su vida incondicionalmente es
tu madre. Complace a tu esposa
sexualmente en todo, no te limites a la misma forma, ábrete a diferentes tácticas
y cosas que se traigan al acto, si no lo haces tú, otro lo hará. Nunca sientas vergüenza por tus padres,
pertenecen a otra época y son los que te hicieron ser el hombre que eres. Promueve la familia, busca de ellos, al final
de tu vida, cuando estés solo, sabrás porque lo digo. Trata de tener hijos, así no escribirás una
carta como esta y dejarla guardada por el resto de tu vida sin tener a quien dársela,
guardando como yo, un amor hacia un hijo que nunca tuvo, "No hay hay nostalgía peor que añorar lo que nunca jamás sucedió". No le hagas caso a este escrito. Pero recuerda siempre que, siendo tu padre,
siendo tu misma sangre, al momento de mi muerte y después, seguiré sintiendo
tus alegrías, tus fracasos, tus penas y tu dolor.
Que
Dios te bendiga, Papá. 3-16-2013